Cuando escuchamos pronunciar el nombre de Nitza Villapoll, lo primero que nos viene a la mente es la famosa y simpática mujer que cautivó a todos desde su época y ha quedado por siempre vigente su legado, al ser protagonista en convertir la comida cubana en un verdadero arte culinario.
Nitza nació en el año 1923 en Nueva York, más adelante decidió radicar en la tierra de sus padres, en Cuba. Su inclinación por la cocina surgió por su instinto de modificar algunas recetas y adaptarlas según la situación que el país atravesaba en esa época.
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Libros de cocina de Nitza Villapol
Anteriormente ya se había graduado como Doctora de Pedagogía, así que se le ocurrió la brillante idea de publicar recetas vinculando sus 2 pasiones, en varios libros, el primero titulado Cocina Criolla y el segundo más exitoso aún, Cocina al Minuto.
Siempre creyó interesantes sus libros, pues resultarían muy útil para muchos, principalmente para los cubanos, nunca imaginó que se convertiría en la figura principal cuando se hablase de comida cubana, ni que sus ediciones batirían récords de venta.
Recetas de Nitza Villapol
Más adelante, Villlapol condujo programas de televisión y radio divulgando sus recetas, enseñaba el modo de prepararlas con los ingredientes que cada uno pudiera tener en casa, por tal motivo todos la conocen como “la mujer que enseñó a los cubanos a cocinar cualquier cosa”
La verdad es que era un tema al cual, la mayoría de los autores les restaba importancia, gracias a Nitza que vio un verdadero propósito en el arte culinario cubano, fue que hizo posible que cada receta formara parte de nuestra cultura, identificándonos en cualquier parte del mundo.
Afirmaba que “La cocina es un arte, un arte de cada pueblo, un arte menor que forma parte de nuestra cultura”
La escasez de condimentos e ingredientes en aquel entonces, dieron pie a que nuestra autora modificara recetas y nos enseñara a cocinar platos como la tilapia y merluza con menos grasa, siendo esta versión más saludable.
Son muchas las iniciativas e innovaciones culinarias de esta mujer extraordinaria que aseguraba que todo fue resultado de “invertir términos”, antes la falta de un ingrediente encontraba la solución reemplazándolo por otro que tuviéramos a mano.
Algunos ejemplos de estas creaciones podemos mencionar, es como elaboraba las frituras, de harina, sin usar harina, pues bastaba con derretir un paquete de macarrones y usarlo con este fin. También lo es la receta de pudín, pero prescindiendo de los huevos.
Nitza y Cocina al Minuto
El famoso programa de televisión que conducía se mantuvo al aire durante más de 4 décadas y marcó la vida de todos los que la seguían en cada capítulo, todo cubano, dentro o fuera de la isla quería conservar sus libros.
Especialmente, el más popular de ellos “Cocina al Minuto”, con una recopilación de 315 recetas, que pasarían de generación en generación.
Durante una entrevista el año 1991, alegaba que “Lo primero en que pienso es en qué tiene el ama de casa cubana y que puede hacer con eso”
Para los que decidieron vivir fuera de la isla, llevar consigo un libro de Nitza Villapol era un tesoro, un elemento esencial que recordaba las raíces y tradiciones culinarias, pudiendo consultar cada una de sus recetas cuando fuese necesario.
Lo más importante es que sus libros contenían otras recetas, que no eran típicas de Cuba, pero aún así se podía degustar siguiendo sus instrucciones, La Langosta Newburg cocinada con mantequilla, crema, yemas de huevo y jerez, acompañada con espaguetis es una de ellas, proveniente de los Estados Unidos.
Aporte de Villapol a la Cocina Tradicional de Cuba
Qué cubano alrededor del mundo no disfruta del típico arroz congrí, la ropa vieja, la yuca con mojo que son otras especialidades de los libros de Villapol.
De la misma forma, nos instruyó a utilizar absolutamente todo en la cocina, hasta las fajas de carne sobrantes de un corte, así como convertir las viandas en un delicioso postre.
Aportaba instantáneamente la información nutricional, para educar a cada persona a elaborar platos más saludables en sus hogares, con menos grasa, rasgo que no era distintivo en los inicios de las costumbres culinarias en la isla.
No fue uno, sino varios especialistas de la cocina a nivel internacional y chef reconocidos que aseguraban la relevancia del legado de Nitza a la cocina cubana, enfatizando su aporte a la tradición culinaria a pesar de las modificaciones en sus recetas, debido a la disponibilidad de alimentos para los años 90 en Cuba.
Mérito más que ganado
Agradecemos infinitamente a la gran autora Nitza Villapol por demostrarnos que hasta en las más difíciles circunstancias todo es posible y que se puede muy bien, disfrutar de un sabroso platillo preparado en casa.
La manera que nos mostró de reinventar cada plato es única, la recordaremos siempre y su selección de recetas seguirá siendo un legado para la comida cubana, que modificó los hábitos alimenticios de los locales.
En un mérito que Nitza fue capaz de ganarse, y más que eso compartir sus conocimientos a través de su libro, acreditado por Ciro Bianchi como el “más emblemático y difundido”, además de cada secreto que nos trasmitía por su programa televisivo y su manera tan peculiar de prescindir de algunos ingredientes, es sencillamente una labor que la llevó a convertirse en una fémina líder para la cocina en Cuba.